25 de junio, Día Mundial del Vitíligo

El vitíligo es una enfermedad que padece el 2 % de la población. Aunque se desconocen sus causas se han relacionado con una predisposición genética, familiar y con una alteración en el sistema inmunológico.

Se debe a una destrucción de los melanocitos, que son las células responsables de producir la pigmentación de la piel. A pesar de que no disponemos de un tratamiento curativo y definitivo para el vitíligo sí que existen distintas alternativas terapéuticas que ayudan a repigmentar las manchas de esta enfermedad. La mayoría de estos tratamientos de la medicina convencional son de aplicación tópica o de uso externo.

Desde mi experiencia profesional con una visión integrativa de los pacientes que padecen esta enfermedad, he podido observar la coincidencia de distintos aspectos psicoemocionales que se esconden tras las manchas del vitíligo.

Lo que más me ha llamado la atención es la pérdida o separación de seres queridos que acontecen en los meses previos a la aparición de estas manchas. A pesar de que los pacientes no muestran emociones de tristeza, el vitíligo me evidencia que ese sufrimiento se ha quedado anclado en la profundidad del subconsciente. El paciente afectado puede incluso sentirse culpable  por no haber podido evitar la pérdida de un ser querido.  Son muy trabajadores y con una capacidad increíble de superación ante las adversidades. De actitud generalmente positiva, y de llanto difícil, su aparente frialdad esconde todo lo contrario.

El vitíligo ha venido a enseñarnos que la tristeza forma parte de la vida. Si  no expresamos lo que sentimos, las emociones pueden hacernos enfermar.

 

Si por alguna razón te sientes identificado con lo que aquí os hemos explicado, no dudes en contarnos tu caso. Y por otro lado, si no te identificas para nada con este perfil, también nos puedes ayudar a ampliar nuestra visión buscando otros enfoques. Cualquier experiencia puede ser un aprendizaje hacia nuevas vías de tratamiento de esta enfermedad.

 

Y aunque en Medicina y Salud 2+2 no siempre son 4, la observación y la experiencia nos pueden ayudar a aprender y a comprender mejor el porqué enfermamos y de qué manera. No obstante, quiero aclarar que estas observaciones no siempre se pueden extrapolar a la población general, porque hay que individualizar y tratar a cada persona de manera particular.

 

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